La reacción que uno hubiera esperado tras ese horroroso acto hubiese sido de rechazo absoluto e incondicional del hecho y de solidaridad con las víctimas. Pero no en Colombia, no aquí.
Por: Francisc Lozano*
Anne Hathaway, protagonista de Los miserables. Fuente: elterritorio.com.ar
En 1862, Víctor Hugo culminó una
de sus obras maestras. Los Miserables (Les
Misérables) relata la historia de varios personajes presos del hado. Estos
personajes viven su vida entre la miseria más absoluta y todas las peripecias
legales e ilegales que llevan a cabo para tratar de zafarse de su nefasto
destino. Seres como Jean Valjean, Fantine, Javert, Eponine, Marius y Gavroche
son miserables, pero son unos miserables producto de las decisiones de los
demás, no por iniciativa propia. En Colombia, no obstante, hay miserables por
elección.
El 17 de junio el país se fue a
dormir con un gran pesar y un alto grado de incertidumbre: esa noche un grupo
de asesinos activó un artefacto explosivo en un exclusivo sector de la capital
colombiana (Centro Comercial Andino). Ese hecho de barbarie acabó con la vida de tres mujeres
y dejó heridas a varias personas más. Las víctimas son mueres, principalmente,
porque los terroristas que dejaron los explosivos usaron el baño para mujeres
como el lugar elegido para perpetrar su criminal acto.
La reacción que uno esperaría
tras ese horroroso acto sería de rechazo al hecho y de solidaridad con las
víctimas. No obstante, en este país la miseria de muchos de nuestros
compatriotas no tiene límites y llevó a muchos personajes públicos a expresarse
no en contra del horrendo acto, sino para usar la muerte y el sufrimiento de los
afectados para hacer política y promocionar sus odios personales. Estas son
algunas de esas expresiones repugnantes:
Estos personajes son algunos de
los miserables. Los hay de todos los matices profesionales, ideológicos y
políticos; son de izquierda, de derecha y de centro. No importa de dónde
vinieron ni qué estaban pensando cuando ocurrió el deplorable hecho. Ellos son los
verdaderos miserables.