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domingo, 29 de diciembre de 2019

El retorno del rey

Por: Francisc Lozano*



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Santiago de Cali vista desde la Colina de San Antonio. Fotografía de Francisc Lozano

     
      Durante las últimas tres décadas, el Valle del Cauca ha tenido que soportar que sólo se hable de él por hechos complicados en materia de seguridad, de presencia de grandes carteles de drogas y de escándalos de corrupción en la política. Esas realidades, que aún siguen existiendo, en el último tiempo han sido eclipsadas por las impresionantes participaciones de deportistas como María Isabel Urrutia (primer oro olímpico en la historia de Colombia), Orlando Duque (probablemente el mejor clavadista de salto de altura de la historia de ese deporte), Yuri Alvear, Óscar Figueroa, nuestros excelsos patinadores, Juan Sebastián Cabal, Robert Farah y Alejandro Falla, y todos los demás extraordinarios deportistas (cómo olvidar a los equipos femenino y masculino del América de Cali), artistas, científicos, emprendedores, y demás vallecaucanos que nos llenan de orgullo y alegría.


      Pero retrocedamos un poco: En la década del 70, Cali y el resto del Valle del Cauca se habían convertido en el epicentro del acontecer deportivo nacional y hemisférico. En el 71, la Sultana del Valle acogió los Juegos Panamericanos, y con su civismo y la excelente realización de las justas americanas logró consolidarse como ‘la Capital Deportiva de América’. Los asistentes a las disciplinas deportivas de esa época quedaron maravillados por una ciudad que cuidaba de sus escenarios deportivos y artísticos, sus calles, y que se empezaba a perfilar como la capital de la industria cinematográfica colombiana. Desde esa época y hasta la aparición de los impresionantes deportistas ya mencionados y de todos los demás a quienes me falta tinta para nombrar, el polo de desarrollo del suroccidente colombiano tuvo pocas razones para festejar.

      
      Este año, más que otros en mucho tiempo, hay muchas cosas por celebrar. A los logros inmensos e inéditos en la historia de Colombia de Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, hay que agregar uno que hace veintitrés años que nos era esquivo. Por fin nos volvimos a hacer con los Juegos Nacionales y, para culminar la faena, también nos llevamos los Juegos Paranacionales. La espera fue tortuosa y la sensación de impotencia nos había invadido por un par de décadas. En el imaginario colectivo parecía que, sin importar cómo se afrontaran, siempre seríamos segundos o terceros. Pero lo peor era que la mayoría de esos juegos fueron ganados por la delegación de Antioquia, nuestra máxima rival en materia deportiva. Pero este año fue a otro precio, a pesar de que los fantásticos deportistas antioqueños mantuvieron el liderato de los Juegos por varios días, cuando el Valle del Cauca tomó la punta, jamás permitió que otra delegación se la arrebatara. Las justas nacionales terminaron con 165 preseas doradas, 138 medallas de plata y 121 medallas de bronce para el Valle, para un total de 424. Los antioqueños se llevaron un total de 422, de las cuales 148 fueron doradas y 136 eran de plata. En los Juegos Paranacionales, los vallecaucanos acumularon 284 medallas, con 138 de oro, 80 de plata y 66 de bronce. Bogotá fue su inmediata perseguidora con 114 de oro, 82 de plata y 64 de bronce.

Deportistas de los juegos Paranacionales. Fuente.paranacionales.gov.co
Grupo de deportistas del Valle. Fuente: elcolombiano.com   

                                      
      Desconozco la estrategia usada por los vallecaucanos este año, pero estoy seguro de que debe ser actualizada y perfeccionada en los próximos juegos, para que se pueda consolidar el retorno del rey. Vale la pena felicitar a las instituciones deportivas departamentales y municipales, a los organizadores y a la gobernación del Valle del Cauca por tan espectaculares logros.


@Franzlozano

*Francisc León Lozano Rivera (1988): Nació en Santiago de Cali, Colombia. Es Administrador de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. Trabajó como Director de Talento Humano en la organización Grameen Caldas; fue director de la Fundación Funeducol; laboró como Coordinador de Reclutamiento de Heart for Change; y se desempeñó como Conferencista y Formador de Aprendizaje de Inglés en México. Es escritor por gusto y por convicción. Desarrolla artículos de opinión para Todas Las Sombras y Radio Macondo. Puede contactarle en su cuenta de Twitter: @Franzlozano



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domingo, 3 de noviembre de 2019

Cuando la posesión es secundaria


  Por: Francisc Lozano*


   Fuente: Google.com


En un fútbol como el actual, en el que cientos de equipos quieren jugar como el Barcelona de Pep Guardiola, lograr una mayor posesión que el rival se ha convertido una obsesión.  Culpar al técnico español por esa trasformación sería una tontería porque ni Guardiola creó el fútbol de posesión (aunque probablemente lo haya llevado hasta un punto muy alto), ni Guardiola ha obligado a otros equipos distintos a los suyos a intentar jugar como ese inolvidable Barcelona.


Este fin de semana futbolístico ha tenido una característica muy interesante: grandes clubes europeos como el Bayern, el Barcelona, el Manchester United y el Paris Saint-Germain (que si bien no es un grande europeo, sí es un grande de Francia) han caído en sus respectivos partidos.  Una derrota es un resultado normal en el balompié. No obstante, si se observan con detenimiento las estadísticas de cada uno de los partidos, se puede notar que en todos, el perdedor fue el club que tuvo mayor posesión. Vale la pena decir que todos los clubes cayeron en condición de visita, pero también que históricamente  esos equipos ganan frecuentemente cuando no son locales.



                                                    Fuente: Google.com

El Bayern, un club de una grandeza mítica, cayó vapuleado 5-1 por el Eintracht Frankfurt. El equipo bávaro se hizo on el balón el 61% del tiempo de juego, pero el rival logró anotarle 5 goles y disparalarle 11 veces al arco. Como consecuencia de semejante humillación, hoy, Niko Kovac no es más el director técnico del gigante alemán.

En el caso del Barcelona, al Levante le bastó una posesión del 34% y sólo 3 tiros al arco para vencerle 3 por 1. Los de Barcelona estuvieron irresolutos, si bien generaron 6 disparos al arco.


Los ‘red devils’ tampoco  se escaparon de ser víctimas del exceso de posesión y la carencia de resolución. El club mancuniano logró tener el balón durante el 58% del partido, pero el Bournemouth se llevó el encuentro con un solitario gol de Joshua King.

En Francia, el Dijón, un humilde club del oriente francés, sorprendió al ‘todopoderoso’ PSG. El club parisino perdió 2 por 1, a pesar de haber contado con el control del balón 60 de los 90 minutos de juego. El club famoso por la mostaza logró el triunfo generando únicamente 10 remates, la mitad de los del PSG, y 6 tiros al arco.

Como se puede notar, no siempre la posesión es esencial para lograr los triunfos. La filosofía de posesión es muy lógica: para generar oportunidades de gol es fundamental tener el balón en los pies, y si el balón está en mi poder todo el tiempo, el rival no podrá generar opciones de gol. Pero la posesión tiene que venir acompañada de velocidad en el traslado, movilidad, precisión y algo de creatividad. Si no cuenta con todos esos ingredientes, tener el balón se hace intrascendente, como en innumerables ocasiones lo han demostrado. No intento satanizar a los equipos que tienen como filosofía la tenencia del balón, quiero recalcar que el fútbol es una combinación de muchos factores y que si todos no se conjugan, los resultados difícilmente se dan.




@Franzlozano

*Francisc León Lozano Rivera (1988): Nació en Santiago de Cali, Colombia. Es Administrador de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. Trabajó como Director de Talento Humano en la organización Grameen Caldas; fue director de la Fundación Funeducol; laboró como Coordinador de Reclutamiento de Heart for Change; y se desempeñó como Conferencista y Formador de Aprendizaje de Inglés en México. Es escritor por gusto y por convicción. Desarrolla artículos de opinión para Todas Las Sombras y Radio Macondo. Puede contactarle en su cuenta de Twitter: @Franzlozano



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domingo, 28 de julio de 2019

La grandeza de nuestros deportistas

 

Por Francisc Lozano* 

 

Pero Nairo, que es un guerrero de mil batallas, tenía algo guardado para nosotros: ganó una etapa en Le Tour, y sirvió de inspiración para que Egan Bernal, un chico de 22 años, hoy sea el campeón de esa competencia europea. Pero no un campeón cualquiera: el primer campeón latinoamericano de Le Tour

 

Nairo Quintana, Egan Bernal, Rigoberto Urán, Sergio Henao
De izquierda a derecha: Sergio Henao, Nairo Quintana, Egan Bernal y Rigoberto Urán. Imagen tomada de: twitter.com/UranRigoberto/



Los colombianos no sabemos de puntos medios: Aquí pasamos de la tristeza máxima a la alegría absoluta en cuestión de segundos y viceversa. Un día alabamos a nuestros deportistas, y al día siguiente los apaleamos como si fueran las peores criaturas sobre la faz de la Tierra.


Recientemente, la Selección Colombia lucía sólida en su paso por la fase de grupos de la Copa América, y los colombianos estábamos rebosantes de felicidad y confianza, pero llegó el encuentro contra Chile, y nuestros futbolistas se convirtieron en lospeoresde la historia. No hubo transición.


Después vino el impresionante logro de Juan Sebastián Cabal y Robert Farah en Wimbledon, y olvidamos los triunfos de todos los demás. Y llegó el Tour de Francia, y nuestras esperanzas estaban puestas mayormente en Nairo Quintana, uno de los mejores deportistas que ha dado Colombia, pero Nairo no parece estar en su mejor momento, y comenzamos a criticarlo como si hubiésemos perdido la memoria: Nairo ha estado en el podio de las tres carreras ciclísticas más importantes del mundo, ganando La Vuelta a España y el Giro de Italia. Pero Nairo, que es un guerrero de mil batallas, tenía algo guardado para nosotros: ganó una etapa en Le Tour, y sirvió de inspiración para que Egan Bernal, un chico de 22 años, hoy sea el campeón de esa competencia europea. Pero no un campeón  cualquiera: el primer campeón latinoamericano de Le Tour


Sí, Egan es el receptor de todos honores hoy, como debe ser, pero este “es un triunfo de todos”, como acertadamente dijo Rigoberto Urán. Pero no es un logro de todos los colombianos, aunque así lo sentimos. Es un triunfo de todos los deportistas de este país, que surgen de las circunstancias más adversas que uno se pueda imaginar, y casi siempre sin el apoyo estatal. Pero también es un triunfo de todos los que pedalean en estas hermosas pero empinadas y accidentadas tierras colombianas, desde quienes llevan domicilios hasta quienes encuentran en el ciclismo un medio para divertirse. No quiero olvidar a ninguno de quienes pedalean, porque Rigo, Nairo, Egan, María Luisa Calle y todos los ciclistas profesionales en este país son la realización del sueño de millones de personas que se suben todos los días a sus ‘caballitos de acero’.


Hoy es el día de Egan, pero no nos olvidemos de los logros deportivos de Nairo, Rigo, ‘Cochise’, Parra, Calle, Botero, Orlando Duque, Cecilia Baena y todos los demás patinadores, María Isabel Urrutia, Mariana Pajón, Caterine Ibargüen, ‘Lucho’ Herrera, la Selección Colombia, Juan Cabal y Robert Farah, Pantano, Gaviria, Rentería, Oscar Figueroa y los miles, sí miles, de deportistas que siempre dejan el nombre de este país en alto, aunque el país sea tan desagradecido con sus impresionantes e improbables hazañas. La grandeza de nuestros deportistas no se mide en cuántas etapas ganan, ellos son tan increíbles que su grandeza se mide en títulos de boxeo, ciclismo, atletismo, natación, halterofilia, patinaje, tenis, fútbol y demás. 


¡Gracias por devolvernos la alegría, heroes sin capa!

@Franzlozano


*Francisc León Lozano Rivera (1988): Nació en Santiago de Cali, Colombia. Es Administrador de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. Trabajó como Director de Talento Humano en la organización Grameen Caldas; fue director de la Fundación Funeducol; laboró como Coordinador de Reclutamiento de Heart for Change; y se desempeñó como Conferencista y Formador de Aprendizaje de Inglés en México. Es escritor por gusto y por convicción. Desarrolla artículos de opinión para Todas Las Sombras y Radio Macondo. Puede contactarle en su cuenta de Twitter: @Franzlozano



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lunes, 29 de abril de 2019

El regreso del terror


 

Por Francisc Lozano*


¡¿Cómo era posible que el Ejército, una de las instituciones más queridas por los colombianos, se dedicara a secuestrar con engaños a civiles indefensos para asesinarlos a sangre fría y hacerlos pasar por miembros de la guerrilla y otros grupos irregulares, para recibir compensaciones económicas y vacacionales?! 

 


Colombia 
                                   Algunas madres de Soacha exponen las fotografías de sus hijos asesinados por el Ejército. Fuente: elpais.com
Los años 2007 y 2008 fueron horrorosos para la historia de Colombia. A la crisis económica internacional -que afortunadamente no fue tan violenta con el país como lo fue con Grecia, España y Portugal, por mencionar algunos- se le sumó una denuncia de un hábito horrendo que a la postre sería una de las manchas más oscuras que haya tenido este territorio.  Durante esos años  confirmamos que las ejecuciones extrajudiciales no sólo existían, sino que eran una práctica sistemática de algunas unidades del Ejército Nacional. Era el segundo período de Uribe a cargo del Gobierno, y Camilo Ospina y Juan Manuel Santos habían estado a cargo del Ministerio de Defensa por aquellas épocas.


Con esa revelación, Colombia y el mundo temblaron:  ¡¿Cómo era posible que el Ejército, una de las instituciones más queridas por los colombianos, se dedicara a secuestrar con engaños a civiles indefensos para asesinarlos a sangre fría y hacerlos pasar por miembros de la guerrilla y otros grupos irregulares, para recibir compensaciones económicas y vacacionales?! 


A esos horripilantes crímenes se les denomina popularmente ‘falsos positivos’, pero, como repetía incansablemente Mariela Márquez, “ni son falsos, ni son positivos”. Con las denuncias de esos hechos, algunas capturas y condenas de militares y el ojo de la prensa y la comunidad internacional puesto en el tema, parecía que se trataba de un hecho horrendo pero superado. 


No obstante, los noticieros del fin de semana demostraron que no es así. Con el asesinato de Dimar Torres a manos de uno o varios miembros del Ejército, la presunta participación de miembros de las fuerzas militares y de policía en los asesinatos de líderes sociales y de algunos reinsertados de las antiguas Farc, y la visible intención de encubrir el asesinato del exmilitante de la guerrilla por parte del ministro de Defensa, Guillermo Botero, uno no puede dejar de preguntarse si los días más horribles están de regreso.


Diría que me sorprende lo que está ocurriendo en Colombia, pero la verdad es que ya habíamos advertido que era muy probable que cosas como estas ocurrieran nuevamente. Al fin y al cabo, desde la retórica que usó el Centro Democrático para ganar las elecciones, uno ya podía prever qué tipo de gobierno nos iban a dar, y las peores previsiones se están haciendo realidad.

¿Se vendrá una 'Seguridad Democratica' 2.0?

@Franzlozano


*Francisc León Lozano Rivera (1988): Nació en Santiago de Cali, Colombia. Es Administrador de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. Trabajó como Director de Talento Humano en la organización Grameen Caldas; fue director de la Fundación Funeducol; laboró como Coordinador de Reclutamiento de Heart for Change; y se desempeñó como Conferencista y Formador de Aprendizaje de Inglés en México. Es escritor por gusto y por convicción. Desarrolla artículos de opinión para Todas Las Sombras y Radio Macondo. Puede contactarle en su cuenta de Twitter: @Franzlozano



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