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domingo, 24 de diciembre de 2017

Zuluaga, ¿el Zorro?

Por Francisc Lozano*


En una frase, su plan consiste en “trabajar, trabajar y trabajar” para que los ricos sean cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres. Y con la ignorancia que abunda en este país, los pobres volverán a verle como un salvador porque, “¡qué tal que nos volvamos como Venezuela!”.  

Óscar Iván Zuluaga, el Zorro. Imagen modificada por Francisc Lozano.

En la campaña presidencial del 2014, después de que Uribe le diera una puñalada trapera a su exvicepresidente, Francisco “Pacho” Santos, vimos emerger a Óscar Iván Zuluaga como el flamante candidato del uribismo para recuperar la Presidencia de manos del “traidor” Juan M. Santos. Durante esa campaña, Zuluaga hizo alarde de su trabajo en la dirección del Ministerio de Hacienda, de ser el elegido de Uribe -a quien repetidamente imitaba en su tono y vestimenta-, de su rechazo al acuerdo que se estaba negociando con las Farc y de su “sagacidad” política. Esas características, entre otras, eran su mejor carta para ser presidente. Y habló tanto de la última, que logró que le apodaran “el Zorro”.


El Zorro, como recordarán muchos lectores, es esa figura mítica de un personaje que se viste de negro con un antifaz, y que tiene entre sus herramientas para luchar contra los españoles, además de su espada y caballo, su audacia o malicia, si se quiere. El Zorro es, ante todo, más pillo que sus enemigos y, por eso, logra vencerles siempre. Esa característica es, por supuesto, una exaltación y una humanización de la capacidad que tienen los zorros para triunfar sobre sus presas en la naturaleza. 


Ahora bien, en el caso de Zuluaga, ¿qué tan zorro alcanzó a ser? Habría que decir que fue capaz de deshacerse de su contrincante Pacho Santos, y que venció a todos sus oponentes en la primera vuelta de las elecciones. Ambos logros son compartidos con Uribe, claro está. Pero en la recta final, Santos y su equipo lograron ganarle la Presidencia. El margen fue mínimo, pero fue suficiente para vencerlo.

Durante y después de esas elecciones, empezaron a salir a la luz muchísimas actividades ilegales realizadas por Zuluaga (y por Santos) en su búsqueda por alcanzar o mantener el cargo más importante del poder ejecutivo. Entre otras cosas, la imagen del caldense se ensució porque contrató a un hacker para infiltrar la campaña de su contrincante, negó haberlo hecho, apareció en un vídeo que confirmaba que estaba mintiendo, después dijo que no era él quien salía en el vídeo, y terminó diciendo que sí era él y que sólo “estaba de visita” cuando se filmó, y porque recibió dinero de Odebrecht (al igual que Santos, pero éste en dos elecciones diferentes) para financiar su campaña. Desde  ese momento, su imagen pública ha estado en una montaña rusa: un día aparece como inocente, y el siguiente es nuevamente culpable. Lo cierto es que el presidente de Odebrecht confirmó que había financiado a ambas campañas y, en consecuencia, ambos son culpables y deberían estar en la cárcel.

Hace algunas semanas, de manera increíble e irracional, el Concejo Nacional Electoral (CNE) declaró que no había pruebas suficientes para demostrar que la campaña de Zuluaga había recibido financiación extranjera a través de la multinacional brasileña, un delito consagrado en la Constitución y demostrado por las declaraciones de Eleuberto Martorelli, el exrepresentante legal de Odebrecht Colombia. Tras ese anuncio, los seguidores de Zuluaga esperaban que él participara por la posibilidad de ser el candidato presidencial del Centro Democrático (CD), pero Uribe le dijo que no y esgrimió un argumento facilista del porqué de su decisión. Algunos allegados a Uribe mencionaron la posibilidad de que hubiesen más pruebas en contra de Zuluaga, y que al participar de la contienda electoral, esas pruebas fueran filtradas para hacerle daño a Zuluaga y a las posibilidades del CD de ganar la Presidencia. 


Sobre esas supuestas pruebas poco se sabe, pero lo que sí es obvio es que Uribe no es tan buen jefe como dicen (acabó con las posibilidades de Francisco Santos de representar a su partido, se deshizo de Juan Carlos Vélez Uribe cuando contó cómo habían engañado a la gente para que votara No en el plebiscito, no le dio oportunidad real a ninguna de las mujeres del partido de ser la candidata presidencial, se deshizo de todos los involucrados en el cohecho y la corrupción que logró cambiar la Constitución para su reelección, y la lista sigue) y que Zuluaga de zorro sólo tiene la Z. Y lo digo porque un tipo de su supuesta audacia no hubiese sido tan imbécil como para aparecer en reuniones con hackers que estaban infiltrando a sus contrincantes y dejarse filmar, o para permitir que una empresa extranjera le ayudara a financiar su campaña, a pesar de estar prohibido por la Constitución. Pero sobre todo, un tipo tan “zorro” como él pretendía ser, no hubiera confiado sus posibilidades de luchar por la Presidencia de la República a la voluntad de Uribe para apoyarlo. Un “zorro” se hubiera dado cuenta de que si ya se lo había hecho a Pacho Santos, también se lo iba a hacer a él, a Paloma Valencia,  a Samuel Mejía, a Rosario Guerra y a cualquier otro que se atraviese en su plan maestro.

Plan que consiste en recuperar la Presidencia por persona interpuesta, en acabar con lo que se ha logrado en materia de resolución del conflicto con Las Farc, en destruir la Ley de Restitución de Tierras (las únicas dos cosas medianamente buenas que hizo Santos en 8 años),  en sacar a su hermano de la cárcel y en seguir favoreciendo la acumulación de tierras y capital por parte de su familia y financiadores. En una frase, su plan consiste en “trabajar, trabajar y trabajar” para que los ricos sean cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres. Y con la ignorancia que abunda en este país, los pobres volverán a verle como un salvador porque, “¡qué tal que nos volvamos como Venezuela!”.  


¡Felices fiestas!


@Franzlozano


*Francisc León Lozano Rivera (1988): Nació en Santiago de Cali, Colombia. Es Administrador de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. Trabajó como Director de Talento Humano en la organización Grameen Caldas; fue director de la Fundación Funeducol; laboró como Coordinador de Reclutamiento de Heart for Change; y se desempeñó como Conferencista y Formador de Aprendizaje de Inglés en México. Es escritor por gusto y por convicción. Desarrolla artículos de opinión para Todas Las Sombras y Radio Macondo. Puede contactarle en su cuenta de Twitter: @Franzlozano



¿Tiene algo que decir? ¿Una sugerencia para dar? ¿Una opinión contraria a la expuesta en este texto? Por favor comparta sus opiniones con nosotros en la sección de comentarios. Le pedimos amablemente que use un lenguaje apropiado para este tipo de discusiones. Si usted utiliza lenguaje obsceno, Todas Las Sombras se reserva el derecho de bloquear o eliminar sus comentarios.  Si quiere saber más sobre Todas Las Sombras, le invitamos a visitar nuestra sección de Contacto y nuestros perfiles en FacebookTwitter,  YoutubeGoogle+ e Instagram. Gracias por interactuar con nosotros.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Congreso S.A.

Por Francisc Lozano*



Por los yerros cometidos por Santos, quien decidió manejar su relación con el poder Legislativo a través dádivas y dineros para incentivar la corrupción, y la falta de compromiso de muchos congresistas con el futuro del país y con los ciudadanos que los llevaron al Parlamento, este es un Congreso S.A., o lo que es lo mismo: una máquina de hacer dinero para sus financiadores y olvidarse de su función principal: hacer de Colombia un país mejor para todos.



Senado de la República de Colombia. Imagen de: Globalrights.info, Todas Las Sombras, Congreso S.A.
Senado de la República de Colombia. Imagen de: Globalrights.info

Hasta antes del primer Gobierno de Santos, a la posibilidad que tenía un congresista de solicitarle al Ejecutivo una partida presupuestal para ser invertida en la circunscripción que representa, se le llamaba “auxilio parlamentario”.  Los auxilios parlamentarios no son nuevos. Según lo relata Alfonso Palacio, “En la Constitución del 86, a pesar de todo, el Congreso tenía la iniciativa para poner cualquier clase de leyes [incluyendo las relacionadas con gastos, inversiones y obras públicas]”, pero en 1968 se prohibió rotundamente. Con la Constitución del 91, esa capacidad revivió, y con la ascensión de Santos al poder, empezó a llamársele, de manera coloquial, “mermelada”.



Los auxilios parlamentarios tienen, en principio, un propósito loable: Permitirle al congresista la participación en los planes de inversión económica y social que la rama ejecutiva tiene para cada departamento. Y como -se supone- el congresista representa a los habitantes de una región, el Gobierno le está dando participación a los ciudadanos en las decisiones que toma sobre en qué invertir. Y digo que es loable en principio, porque muy pocos congresistas representan realmente a los ciudadanos y gran parte de los planes de inversión terminan sirviendo intereses particulares en las regiones. Muchos parlamentarios están en el Congreso para aprobar leyes que le permitan a sus familiares y/o financiadores de sus campañas hacer dinero con los recursos públicos. 



Y es precisamente en esos casos en los que los auxilios se convierten en la manera más eficaz que tienen los corruptos para desangran el erario, y en consecuencia a la Nación. Cuando a un parlamentario se le aprueba la financiación de un proyecto de infraestructura en su departamento por $100.000.000.000, por ejemplo, él (o ella) le dará la orden al alcalde o gobernador de contratar con la firma constructora que le financió la campaña. Esta constructora se encargará de inflar los costos de construcción hasta que se asegure de obtener entre sus ganancias por lo menos 2 o 3 veces el dinero invertido en la campaña del congresista. Así es como los proyectos terminan valiendo dos veces más de lo que en teoría costaban, construidos con materiales inadecuados y muchas veces no se culminan. Decir que todos los congresistas hacen lo mismo sería una irresponsabilidad de mi parte porque sé que hay gente en el Parlamento que sólo intenta ayudar a mejorar el país, pero lo anterior es más o menos un recuento de cómo funcionan los auxilios, la financiación de las campañas y la ejecución de obras civiles a través del país.


En las últimas semanas hemos visto a un Congreso más ineficiente que de costumbre, a pesar la vital importancia que los proyectos de ley que cursan en esta institución tienen para el futuro del país. Se han estado discutiendo la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), las Circunscripciones  Especiales de Paz y la Reforma Política, entre otros. Y la importancia de los tres anteriores está en que el primero permite crear una institución transitoria para que juzgue a los miembros de los grupos armados inmersos en el conflicto colombiano y le permita a quienes no hayan cometido actos de lesa humanidad hacer política. El segundo es, en resumen, la posibilidad de que las personas que más han sufrido en este conflicto puedan tener representantes en el Congreso para que legislen por ellos. Su aprobación o no está en el limbo porque sólo 50 senadores dieron su voto de aprobación. Y el tercero permite que los movimientos y partidos políticos pequeños presenten listas conjuntas para aspirar a los escaños de todas las instituciones públicas del país que, de otra forma, terminan principalmente en manos de los partidos políticos con maquinaria (La U, CR, CD, Conservador, Liberal), poder y dinero para comprarlos.  


Ninguna de esas tres iniciativas representa ganancia para los congresistas que se oponen porque no hay transferencias económicas de por medio, ni pueden amasar más poder del que ya tienen a través de ellas. Por eso han decidido trabajar a media máquina; retirarse del recinto (Centro Democrático), a pesar de haber acabado con el espíritu de la ley (darle voz a los olvidados por todos); votar en contra, aunque durante 7 años han vivido del Gobierno para hacer sus campañas (Cambio Radical, Liberal, La U, Conservador); y obligar al Gobierno a hundir la reforma porque ella les quitaría la posibilidad de acumular todo el poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial a nivel nacional. Pero no sólo eso, muchos de los congresistas están esperando a que Santos les apruebe nuevas partidas (auxilios, mermelada o como las quieran llamar), para poder darle los votos que el proceso de negociación entre el Gobierno y las Farc requiere para poder ser una realidad. 



Congreso de la República de Colombia. Imagen tomada de: Wikimedia.org, Congreso S.A., Todas Las SombrasCongreso de la República de Colombia. Imagen tomada de: Wikimedia.org

Por los yerros cometidos por Santos quien decidió manejar su relación con el poder Legislativo a través dádivas y dineros para incentivar la corrupción, y la falta de compromiso de muchos congresistas con el futuro del país y con los ciudadanos que los llevaron al Parlamento, este es un Congreso S.A., o lo que es lo mismo: una máquina de hacer dinero para sus financiadores y olvidarse de su función principal: hacer de Colombia un país mejor para todos.


Ñapa: Si usted quiere hacer patria y construir Nación, le invito a leer este artículo en el que le contarán quiénes son los congresistas que se oponen a que el país abrace una paz de verdad y transforme las instituciones corruptas que tienen las riendas del presente y el futuro de Colombia. Cuando lea el nombre del parlamentario por el que usted votó o dejó de votar hace 3 años, recuérdelo bien para que le dé el castigo que se merece por no hacer respetar su mandato. Cuando vaya a votar el próximo año, elija a alguien que sí sea decente y se preocupe por su bien y el de sus hijos. Por favor no lleve más parásitos al Congreso. Le adelanto unos nombres: Álvaro Uribe y toda su secta, Viviane Morales, Hernán Andrade, Juan M. Corzo (sí, el mismo al que “no le alcanza su sueldo para echarle gasolina a sus carros”), Sofía Gaviria, Carlos F. Galán y Cambio Radical, Álvaro Ashton, etc. No se olvide de revisar la lista.


@Franzlozano


*Francisc León Lozano Rivera (1988): Nació en Santiago de Cali, Colombia. Es Administrador de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. Trabajó como Director de Talento Humano en la organización Grameen Caldas; fue director de la Fundación Funeducol; laboró como Coordinador de Reclutamiento de Heart for Change; y se desempeñó como Conferencista y Formador de Aprendizaje de Inglés en México. Es escritor por gusto y por convicción. Desarrolla artículos de opinión para Todas Las Sombras y Radio Macondo. Puede contactarle en su cuenta de Twitter: @Franzlozano


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jueves, 9 de noviembre de 2017

Una justicia trágica

Por Francisc Lozano*


Me duele decirlo, pero se sabía que el Consejo Nacional Electoral (CNE) iba a salir con “un chorro de babas”. Y no hay razón lógica para ello, pero infortunadamente sabíamos que la “investigación” no era más que un simulacro en el que participarían el CNE y las campañas de Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga a la Presidencia.


Juan Manuel Santos, Presidente de Colombia, y Néstor Humberto Martínez, Fiscal General de la Nación. Fuente: La Libertad


Después de 8 meses de “indagación”, el CNE no sólo fue incapaz de probar lo que ya estaba probado, -que Santos y Zuluaga financiaron sus campañas con dineros de Odebrecht, como lo declaró Eleuberto Martorelli-, sino que ahora parece que la justicia le salió a deber a Óscar Iván Zuluaga y el Centro Democrático por investigar unas actuaciones que son, a todas luces, ilícitas. 

Álvaro Uribe, David Zuluaga y Óscar Iván Zuluaga. Los dos últimos fueron "investigados" por el CNE gracias al ingreso de dinero de extranjeros a su campaña a a Presidencia. Imagen tomada de 1.bp.blogspot.com

El cuento es el siguiente: en el año 2010, Santos se vio beneficiado por dineros de la multinancional brasileña Odebrecht para hacer su campaña a la Presidencia. En el año 2014, nuevamente Odebrecht financió parte de la campaña de Santos, y al mismo tiempo la de Zuluaga. Es decir que jugó a dos bandas para asegurarse contar con el apoyo del presidente de Colombia desde el 2014 hasta el 2018. 

La empresa brasileña no hizo algo diferente a lo que hacen los grades empresarios de un país: se aseguran de financiar las campañas políticas de las personas más opcionadas para llegar al cargo público para que, una vez estén ejerciendo el cargo, les devuelvan los favores con grandes contratos o haciendo leyes que les benefician de manera diferencial.  

Hasta ahí, todo está dentro de lo común en la política. No es la forma en la que deberían ocurrir las cosas, pero así ocurren. El problema con el actuar de Santos, Zuluaga y Odebrecht es que la Constitución establece explícitamente en el artículo 109 lo siguiente: “Es prohibido a los Partidos y Movimientos Políticos y a grupos significativos de ciudadanos, recibir financiación para campañas electorales, de personas naturales o jurídicas extranjeras. Ningún tipo de financiación privada podrá tener fines antidemocráticos o atentatorios del orden público.”   La Constitución no determina cuál es el castigo para ese actuar, pero uno supondría que por lo menos debería ser el retiro inmediato del cargo que desempeñe el ciudadano hallado culpable.

En este caso, los dineros que usó Odebrecht para financiar a Santos y Zuluaga tienen fines criminales porque su propósito era asegurarse los contratos de La Ruta del Sol I y II, Navelena y otros proyectos de inversión en los que logró unas ganancias ingentes de dinero mediante sobornos y chancullos.


Odebrecht. Fotografía tomada de Semana
Toda esa corrupción, aunque financiada inicialmente con dineros privados, termina siendo pagada con los dineros públicos (los de su bolsillo, de la minería, las empresas públicas y los de todos los impuestos que pagamos), porque Odebrecht se aseguró de que los sobrecostos en construcción de infraestructura fueran tan altos que su “inversión” se multiplicó varias veces.


Y el tema es aún más complejo: Néstor Humberto Martínez no quiere investigar a todos los responsables de la corrupción financiada por Odebrecht porque él trabajó para varias de las organizaciones que se beneficiaron de los sobornos, y en consecuencia, la trágica justicia que tenemos terminará condenando a dos o tres imbéciles, que aunque culpables, son sólo una pequeña parte de una trama de corrupción que en Perú tiene en la cárcel al expresidente Ollanta Humala, por citar un solo ejemplo. La justicia en Colombia es tan frágil y adaptable a las necesidades de los poderosos que, a todos les dan casa por cárcel y, con sólo decir “me acabo de enterar”, “fue a mis espaldas”, “el del vídeo no soy yo”, todos terminan absueltos.

Eso fue lo que hizo el CNE el 24 de octubre, archivó la investigación contra Zuluaga y de paso dijo que “logró determinar la inexistencia de plena prueba que permita inferir el ingreso de aportes a la campaña del señor Oscar Iván Zuluaga por parte de la Multinacional Odebrecht”, como lo informó El Colombiano. En un país con una justicia seria, Zuluaga, Santos, Ñoño Elías, etc estarían todos pagando una condena ejemplar y devolviendo los dineros que se robaron con intereses, pero esto es Colombia.



@Franzlozano


*Francisc León Lozano Rivera (1988): Nació en Santiago de Cali, Colombia. Es Administrador de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. Trabajó como Director de Talento Humano en la organización Grameen Caldas; fue director de la Fundación Funeducol; laboró como Coordinador de Reclutamiento de Heart for Change; y se desempeñó como Conferencista y Formador de Aprendizaje de Inglés en México. Es escritor por gusto y por convicción. Desarrolla artículos de opinión para Todas Las Sombras y Radio Macondo. Puede contactarle en su cuenta de Twitter: @Franzlozano


¿Tiene algo que decir? ¿Una sugerencia para dar? ¿Una opinión contraria a la expuesta en este texto? Por favor comparta sus opiniones con nosotros en la sección de comentarios. Le pedimos amablemente que use un lenguaje apropiado para este tipo de discusiones. Si usted utiliza lenguaje obsceno, Todas Las Sombras se reserva el derecho de bloquear o eliminar sus comentarios.  



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miércoles, 4 de octubre de 2017

Un tigre que volvió a rugir

Por Francisc Lozano*

El 2016/17 será recordado como el año en el que volvió a celebrar un campeonato en el que tuvieron que luchar con un gran PSG, anotó nuevamente para su selección y logró un hito plausible: superó los 200 goles en Europa. Este inicio de temporada le tiene además a la cabeza de los goleadores de Europa: lleva 12 goles anotados tras 11 encuentros y sólo 13 tiros a portería. 


Radamel Falcao García. Fuente: Wikimedia

Estrenos inolvidables


Hace 12 años el fútbol internacional de alto nivel vio por vez primera a Radamel Falcao García jugando un partido completo. Su estreno se produjo en un enfrentamiento entre River Plate, su club por aquella época, e Independiente.  Su equipo empataba por 1-1, pero Falcao no tardaría en empezar a ganar adeptos desde su primer juego. Ese día él fue el encargado de desempatar el partido con una definición maravillosa, “a lo Raúl”, y terminaría por cerrar el encuentro con un soberbio zapatazo de pierna derecha que se metió a la escuadra inferior derecha del portero rival. Con tan sólo 19 años, Falcao marcó a todos los que le vieron en ese partido para siempre. Era el 2 de octubre del 2005, y ese día había nacido una estrella.

Reinaldo ‘Mostaza’ Merlo, el técnico que le dio la primera oportunidad de ser titular en primera división, contaba lo siguiente en El Espectador: “Yo tenía claro que lo iba a hacer jugar todo el partido. Pero, igualmente, le pregunté: “Pibe, ¿está bien para jugar 20 minutos?”. Y él me contestó: “Profe, yo estoy para jugar los 90”. Ahí me di cuenta de que había hecho bien en incluirlo entre los titulares. Porque su respuesta fue un testimonio del hambre de gloria que debe tener un jugador en esa circunstancia, cuando está ante la primera gran posibilidad de su carrera.” Y continuaba diciendo: “Yo sabía que me iba a responder por la confianza que le di. Ya le veía condiciones en Reserva. Y no me equivoqué, claro. Porque sólo había visto a un jugador con sus características: Marco Van Basten.” Y remató su crónica diciendo lo siguiente: “Y como persona es un gran pibe, un profesional bárbaro, con todas las letras. Siempre respetuoso (…) Ese es otro de los atributos que a Falcao lo hacen muy grande entre los grandes del fútbol.”




En el 2009 fue traspasado al Porto de Portugal, uno de los clubes más grandes de ese país europeo. A pocos días de su arribo, Falcao marcaría un golazo de cabeza que sorprendió a propios y extraños.  Tras jugar tres temporadas con “los Dragones”, disputar 87 partidos,  anotar 72 goles, entregar 17 asistencias, ganar la Primeira Liga (2 veces), la Copa de Portugal (2 veces), la Supercopa de Portugal (2 veces) y la Europa League (1), Falcao se marcharía a España.

El 10 de septiembre del 2011 se vistió por primera vez con la casaca de los rojiblancos. Ese día perdieron 1-0 en contra del Valencia. Cinco días después anotaría su primer gol como atlético en contra del Celtic en la Europa League. Tres días después, el 18 de septiembre, anotaría su primera tripleta en La Liga española.  Al culminar su labor con los colchoneros, Falcao había logrado anotar 70 goles en 91 partidos, dar 9 asistencias y ganar la Copa del Rey, la Europa League y la Supercopa de Europa. Para lograr este último título, Radamel le anotó una tripleta fantástica al Chelsea con Cech en el arco.
Su periplo por Europa le conduciría a Mónaco en mayo 31 del 2013.  Con el club monagués, en su primera etapa, jugaría 22 partidos y anotaría trece goles. También sufriría en el 2014 la peor lesión de su historia.

Una lesión catastrófica


El 22 de enero del 2014, los aficionados del fútbol vimos cómo, una vez más, una lesión se atravesaba en la carrera de un gran jugador. Falcao sufrió una rotura del ligamento anterior cruzado. Los pronósticos de recuperación hablaban de seis meses, pero el samario no logró retomar su gran nivel, y gracias a eso no logró asistir a un mundial al que él y sus compañeros nos habían clasificado.


Su paso por Inglaterra


Falcao llamaría la atención de los clubes de Inglaterra, y se vestiría con la camiseta del Manchester United en septiembre del 2014. Su estado de forma no era el mejor, como consecuencia de la terrible lesión sufrida a principios de ese año. Tras  26 encuentros y 4 goles, se marcharía, en julio del 2015, al Chelsea de Mourinho.  Este era un Falcao al que nada le salía. Y que parecía desahuciado para el fútbol de alto nivel.  Tras 12 encuentros disputados, muchas lesiones y un solo gol anotado, Falcao retornaría al club que aún es dueño de su pase.


El renacer de un campeón


  Falcao García. Mural en el estadio Olímpico Pascual Guerrero de Cali. Autor: GersonParra11

En julio 27 del 2016, se volvió a poner la elástica del As Mónaco, y anotó su primer gol después de casi un año sin ver las redes. Desde ese momento, y a pesar de las lesiones, Radamel ha mantenido un gran nivel futbolístico y un porcentaje de anotaciones envidiable.  Además, por fin tuvo la oportunidad de jugar en la Champions y de anotar sus primeros goles en esa competición. El 2016/17 será recordado como el año en el que volvió a celebrar un campeonato en el que tuvieron que luchar con un gran PSG, anotó nuevamente para su selección y logró un hito plausible: superó los 200 goles en Europa. Este inicio de temporada le tiene además a la cabeza de los goleadores de Europa: lleva 12 goles anotados tras 11 encuentros y sólo 13 tiros a portería.  


Entre el 2016 y el 2017, Falcao ha sido simplemente un tigre que volvió a rugir, y que nos demostró a muchos que está más determinado que nuca a seguir escribiendo una gran historia de fútbol, grandeza y determinación. Ojalá que todas las circunstancias se den para que esta vez sí se pueda vestir con con la camiseta de la Selección Colombiana en Rusia 2018 porque el Tigre se lo merece.

@Franzlozano


*Francisc León Lozano Rivera (1988): Nació en Santiago de Cali, Colombia. Es Administrador de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. Trabajó como Director de Talento Humano en la organización Grameen Caldas; fue director de la Fundación Funeducol; laboró como Coordinador de Reclutamiento de Heart for Change; y se desempeñó como Conferencista y Formador de Aprendizaje de Inglés en México. Es escritor por gusto y por convicción. Desarrolla artículos de opinión para Todas Las Sombras y Radio Macondo. Puede contactarle en su cuenta de Twitter: @Franzlozano


¿Tiene algo que decir? ¿Una sugerencia para dar? ¿Una opinión contraria a la expuesta en este texto? Por favor comparta sus opiniones con nosotros en la sección de comentarios. Le pedimos amablemente que use un lenguaje apropiado para este tipo de discusiones. Si usted utiliza lenguaje obsceno, Todas Las Sombras se reserva el derecho de bloquear o eliminar sus comentarios.  


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jueves, 14 de septiembre de 2017

¿Qué tan útil es la extradición?

Por: Francisc Lozano*


La extradición es lo que más le conviene a Moreno y a sus cómplices porque así no tendrá que delatarlos, y tal vez recibirá beneficios con la justicia de ese país para ir por menos tiempo a la cárcel.


Todas Las Sombras, Francisc Lozano, qué tan útil es la extradición.
Gustavo Moreno y Alejandro Lyons. Fuente: Semana

Lo primero que haré después de escribir el título de esta columna es decir que no pretendo mostrarme como un conocedor en el tema, y muchos menos descalificar a quien piensa que la extradición es fundamental para mantener la institucionalidad en Colombia. Al contrario, mi búsqueda es la de expresar algunas inquietudes y dudas que me han surgido en los últimos años al pensar en este tema que ha sido decisivo para la historia reciente del país.

Me parece fundamental hacer un recuento corto de la historia jurídica de la extradición en Colombia: En 1870, Colombia estableció el primer tratado de extradición con Perú; en 1888, Colombia suscribió su primer tratado multilateral de extradición; en el 36, se introdujo la extradición a la ley colombiana; en el 38, se formula el Código de Procedimiento Penal que establece cómo se realiza el proceso introducido en el 36, y cuándo aplica el procedimiento colombiano y cuándo el de los acuerdos internacionales; en el 79, se suscribe el tratado de extradición con USA; en el 80, el Congreso aprueba el tratado con USA; en el 82, Belisario dice que no extraditará a nacionales por razones filosóficas; de ahí en adelante, las declaraciones de exequibilidad e inexequibilidad por parte de la Corte Suprema se sucedieron unas a otras. (Puede visitar este artículo para obtener mayor información)

Las décadas del 80 y el 90 del siglo XX son una época cargada de sobresaltos y dolor en la historia de este país. Durante esos años Colombia vivió la expansión exponencial del narcotráfico, de la corrupción y del poderío militar de las guerrillas y de los paramilitares, y el derramamiento de sangre de cientos o miles de compatriotas como consecuencia de los fenómenos anteriores. En esa era surgieron o ganaron renombre criminales de la talla de Pablo Escobar, Carlos Ledher, Fabio Ochoa, Jhon Jairo Velásquez “Popeye”, Gonzalo Rodríguez Gacha, Gilberto Rodríguez Orejuela, Miguel Rodríguez Orejuela, Carlos Castaño y Víctor Suárez “el Mono Jojoy”, entre otros.

En esa época sombría y fúnebre de nuestra democracia, un grupo de ciudadanos valientes luchó contra la criminalidad y la muerte que ella les trajo. Entre esos ciudadanos están Guillermo Cano, Rodrigo Lara, Luis Carlos Galán, Carlos Mauro Hoyos, Enrique Low,  Diana Turbay, Jorge Pulido, Antonio Roldán y otros cientos o miles de colombianos anónimos que por defender la democracia, o por azares de la vida, fueron víctimas de algunos de los criminales más despiadados que ha producido nuestra historia.

La extradición, se cree, sirve para que los criminales colombianos paguen por sus delitos en el exterior ante la imposibilidad de la justicia colombiana de imponerles e implementarles la pena adecuada en suelo nacional.  Como dije antes, no quiero descalificar la lucha de quienes intentaron mantener y blindar los tratados de extradición para proteger la democracia colombiana, pero sí quiero plantear los siguientes cuestionamientos:

¿De qué nos sirve a los colombianos que a los criminales se los lleven de este país y paguen por los delitos que cometieron contra otras naciones? Muchos dirán que sirve para asegurarse de que paguen por algunos crímenes, y entiendo que es muy lógico pensar así. No obstante, ¿qué pasa cuando el delito que cometieron contra esos ciudadanos extranjeros es menor que el que ejecutaron contra ciudadanos de Colombia? ¿Qué pasa cuando los criminales pactan acuerdos con las autoridades extranjeras y terminan cumpliendo penas menores a las que cumplirían en Colombia? ¿Qué ocurre cuando, como en el caso de los paramilitares, nunca terminamos por conocer las verdaderas razones detrás de los crímenes? Cuando los cabecillas de las autodefensas fueron enviados a USA, los colombianos nos quedamos sin saber quiénes fueron sus creadores ideológicos, quiénes patrocinaron su expansión, a quiénes asesinaron por orden directa de los grandes terratenientes, quiénes fueron los que compraron las tierras de los despojados, quiénes pagaron para que se realizaran sus horrendas masacres.  Y lo digo porque ¿qué le importa a la justicia extranjera que los criminales cumplan con las penas a las que fueron condenados en Colombia, una vez que hayan cumplido con las penas en sus países?

Hace un poco más de dos meses se descubrió que, el  entonces Fiscal Anticorrupción, Gustavo Moreno estaba exigiendo y recibiendo sobornos de personas investigadas por la Fiscalía o la Corte Suprema de Justicia. Se presume que Moreno les tramitaba sentencias positivas a sus investigados a cambio de ingentes sumas de dinero. También se presume que expresidentes de la Corte como Leonidas Bustos, Francisco Ricaurte y Camilo Tarquino eran los encargados de darle vía libre a esas absoluciones y receptores de buena parte de los dineros producto de los sobornos que hacían Moreno y Pinilla. Todavía no se sabe toda la verdad del tema, y lo más interesante es que Moreno ha pedido que se le extradite lo más pronto posible a USA para ser procesado por la justicia del país del norte por lavado de activos, como lo revelan estos artículos de El Tiempo y El País


Todas Las Sombras, qué tan útil es la extradición, Ricaurte, Bustos, Tarquino,
Exmajistrados: Leonidas Bustos, Francisco Ricaurte y Camilo Tarquino. Fuente: ElHeraldo

La extradición es lo que más le conviene a Moreno y a sus cómplices porque así no tendrá que delatarlos, y tal vez recibirá beneficios con la justicia de ese país para ir por menos tiempo a la cárcel; y quizá también vea sus cuentas bancarias crecer por cuenta de los cómplices a los que no delate, ¿pero qué nos ganamos los colombianos con eso? ¿De qué nos sirve que lo envíen a una cárcel allá si sus cómplices seguirán delinquiendo aquí o se irán a vivir a las mansiones del exterior que con dineros nuestros o producto de la ilegalidad se han ganado?

Una de las grandes conquistas de la justicia debe ser la verdad, y en este país hay que trabajar para que se sepa la verdad de todos los delitos cometidos por criminales nacionales e internacionales: guerrillas, paramilitares (bandas criminales), el Estado (militares y civiles) y criminales del común.


Así, conociendo toda la verdad, es posible que por fin podamos construir una Nación que haga de la justicia y la justicia social su modo de vida.  Lamento decirlo, pero creo que la extradición está sobrevalorada.








@Franzlozano


*Francisc León Lozano Rivera (1988): Nació en Santiago de Cali, Colombia. Es Administrador de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. Trabajó como Director de Talento Humano en la organización Grameen Caldas; fue director de la Fundación Funeducol; laboró como Coordinador de Reclutamiento de Heart for Change; y se desempeñó como Conferencista y Formador de Aprendizaje de Inglés en México. Es escritor por gusto y por convicción. Desarrolla artículos de opinión para Todas Las Sombras y Radio Macondo. Puede contactarle en su cuenta de Twitter: @Franzlozano


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jueves, 31 de agosto de 2017

¡Estudien, Vagos!

Por: Francisc Lozano*


Estos negros e indígenas sí que han sabido esconder su riqueza por siglos. La han escondido tan bien y se han comprometido de tal forma a no permitir que nos enteremos de que ellos son sus verdaderos propietarios que prefieren morirse de hambre para no revelar el secreto, como los hacen los wayúu en La Guajira.


Estudien, Vagos. María Fernanda Cabal, Todas Las Sombras, Francisc Lozano
María Fernanda Cabal. Fuente: sentiido.com


El pasado 10 de abril, Álvaro Uribe hizo una rabieta para retirarse del Congreso y no escuchar a las víctimas del conflicto que tenían la palabra antes que él.  Ese día era el día de las víctimas, y en consecuencia era lógico escuchar lo que tenían para decirle al país y al mundo.

A las afueras del Capitolio, María Fernanda Cabal se dirigió a un grupo de manifestantes que protestaban por la forma en la que Uribe y todo el Centro Democrático se comportó para no escuchar a las víctimas. Las palabras que usó Cabal fueron las siguientes: “¡Estudien, vagos!” (haga clic para ver el vídeo)


Cuando a uno le dicen algo como eso, uno supone que quien lo dice es una persona que estudia mucho, y por eso tiene la moralidad para soltar semejante expresión tan desobligante y ofensiva para un pueblo tan trabajador como el colombiano.

 Y es que no es necesariamente vago quien protesta, así como no es obligatoriamente estudioso quien no lo hace.  Primer error en la argumentación de la Representante a la Cámara y que contradice su supuesta capacidad para estudiar.

Pero el tema no queda allí: a finales de junio de este año, la representante no sólo revivió a la Unión Soviética (disuelta en 1991), sino que además la nombró en el Consejo de Seguridad de la ONU cuando debatía sobre la entrega de armas de las Farc a la ONU en los puntos de concentración de esa organización. Iván Cepeda estaba enumerando los países que componen el Consejo de Seguridad (China, Francia, Irlanda del Norte, Reino Unido, Rusia y USA), pero Cabal nos retrocedió 26 años en el tiempo e incluyó a la Unión Soviética en vez de a la Federación de Rusia. Segundo error que afecta su credibilidad cuando de estudiar se trata.

Y como no podía faltar, hubo un suceso más (de este nos enteramos, no sabemos si hay muchos más) en el que mostró que lo suyo no es la academia, aunque se siente con el derecho moral de recomendársela a los demás.  En julio, Cabal fue invitada al programa La Tele Letal de De Francisco y Moure. En ese programa le preguntaron por la concentración de la tierra en manos de unos pocos en Colombia. Eso la señora Cabal respondió: “Yo le digo dónde está concentrada. Está en manos de los territorios colectivos de comunidades negras y en manos de los resguardos indígenas…”. Tercer error letal de la política vallecaucana.


(Ver vídeo desde el minuto 30 al 32)

Cuando a uno le sueltan una frase de ese tipo, uno se queda helado, y piensa: ¿O sea que los negros y los indígenas son los verdaderos dueños de las tierras y se esconden para no salir en Forbes o en los listados de las personas más ricas de Colombia que sacan La República o Portafolio? ¿Será que los Santodomingo, los Ardila Lülle, los Sarmiento Angulo, los Santos, los Lafaurie y los Uribe Vélez son una fachada de los negros y los indígenas? ¿Por qué nunca vemos a un Carabalí, a un Mosquera, a un Rentería o a un Guapacha presidiendo la asamblea de la Andi o dirigiendo a los ingenios azucareros? ¿Por qué nunca vemos a un negro o a un indígena como presidente de Fedegán (como sí lo es el esposo de Cabal)?¿Será que negros e indígenas son los dueños de la palma de cera sembrada en toda la vía que recorre el Magdalena medio? ¿Qué hace Cabal posando para la fotografía de esta columna con esos grandes multimillonarios en vez de estar defendiendo los derechos de los más necesitados que son más que los ricos?

Estos negros e indígenas sí que han sabido esconder su riqueza por siglos. La han escondido tan bien y se han comprometido de tal forma a no permitir que nos enteremos de que ellos son sus verdaderos propietarios que prefieren morirse de hambre para no revelar el secreto, como los hacen los wayúu en La Guajira.

En el informe "Radiografía de la Desigualdad: lo que nos dice el último censo agropecuario sobre la distribución de la tierra en Colombia", la ONG internacional Oxfam dice que, al analizar los datos del censo agropecuario de 2014 (el primero hecho en 45 años), se “confirma que Colombia es el país más desigual de Latinoamérica en cuanto a la concentración de la tierra”. Pero hay más: “El análisis de los datos muestra que el uno por ciento de las explotaciones agropecuarias más grandes concentra el 81 por ciento de la tierra, dejando sólo el 19 por ciento de la tierra distribuida entre el 99 por ciento restante de las unidades productivas.”. O sea que si en Colombia hubiese 100 personas y 100 hectáreas de tierra productiva, una persona sería la dueña de 81 hectáreas, y el resto (las 99 personas restantes) serían dueñas del 19% del total de las tierras productivas. Así las cosas, es muy difícil pensar que la paz que tanto anhelamos será estable y duradera.

La distribución equitativa de la tierra también es construir riqueza y paz para todos.

Y un pequeño consejo para María Fernanda Cabal: ¡Estudie, vaga!


@Franzlozano


*Francisc León Lozano Rivera (1988): Nació en Santiago de Cali, Colombia. Es Administrador de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. Trabajó como Director de Talento Humano en la organización Grameen Caldas; fue director de la Fundación Funeducol; laboró como Coordinador de Reclutamiento de Heart for Change; y se desempeñó como Conferencista y Formador de Aprendizaje de Inglés en México. Es escritor por gusto y por convicción. Desarrolla artículos de opinión para Todas Las Sombras y Radio Macondo. Puede contactarle en su cuenta de Twitter: @Franzlozano


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jueves, 27 de julio de 2017

La Sombra de la Duda

Por: Francisc Lozano*



Así que, o bien los fiscales e investigadores de antes eran muy malos y los de ahora son genios, o el Fiscal quería proteger a los inversionistas de Navelena para que el escándalo no afectara su imagen.


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Germán Vargas Lleras, Juan Manuel Santos y Néstor Humberto Martínez. Fuente: lasillavacia


El 5 de enero del 2017, en un hecho increíble, y después de sólo dos semanas de investigación (sí, Sherlock Holmes sería un inepto en la Fiscalía General de la Nación), el Fiscal Néstor Martínez lanzó una afirmación temeraria: “Hoy la Fiscalía ha descartado la posibilidad de corrupción en el caso de la adjudicación de las obras del río Magdalena. En ese caso específico no hemos encontrado corrupción”. Y digo que es temeraria porque, por ejemplo, después de más de 20 años de investigación, la Fiscalía no ha podido cerrar el caso del Palacio de Justicia, o tras 18 años del asesinato de Jaime Garzón, aún no se sabe exactamente quién lo mandó a matar, por qué y quiénes más participaron. 


Así que, o bien los fiscales e investigadores de antes eran muy malos y los de ahora son genios, o el Fiscal quería proteger a los inversionistas de Navelena para que el escándalo no afectara su imagen. Mas Justicia Tributaria y Jorge Robledo se encargaron de distribuir sus hallazgos en este caso y, gracias a su trabajo y valentía, hoy sabemos que el Banco Agrario le entregó irresponsablemente un crédito de 120.000 millones de pesos a Odrebecht, plata que ya sabemos se robaron. Exactamente esa misma suma era la que el Gobierno había prometido invertir en la construcción del alcantarillado en Quibdó para saldar una “deuda histórica en San José de Tadó, Bahía Solano, Nuquí y así, doce municipios más”, así que saquen cuentas de lo que se perdió.


Pero las astucias de Martínez no terminaron ahí. Un mes después, el 7 de febrero, le trasladó gran parte de la investigación sobre la financiación de las campañas de Santos y Zuluaga al Consejo Nacional Electoral para que investigara “lo de su competencia”. Y como es sabido, el CNE no es la institución más fuerte en el ámbito de investigación criminal en el país, por lo que los frutos de dicho traspaso no serán plausibles. Y sí levantarán dudas como la que me atañe en este momento: ¿Por qué el CNE le abrió una investigación formal a Óscar Iván Zuluaga y su campaña, y no también a Juan Manuel Santos y su campaña? Esto da mucho en qué pensar, ¿no?


Ahora bien, en unas declaraciones lamentables, Santos ha dicho “me acabo de enterar”, una vez la Fiscalía habló de los pagos de Odebrecht a su campaña, y para colmo de males, ha dicho que sólo un funcionario de segundo nivel de su campaña ha sido procesado por las autoridades, como si eso significara que más no caerán o que su campaña fue menos corrupta que la de Zuluaga. Y remató diciendo "señor Fiscal, no tenga ninguna contemplación y que le caiga todo el peso de la ley a quien le tenga que caer", y yo me hago las siguientes increpaciones: ¿Qué hubiera pasado si Santos no hubiera dicho eso? ¿Acaso no hubiera investigado el Fiscal su campaña? ¿El Fiscal recibe órdenes del Presidente sobre qué debe y qué no debe investigar? ¿No conoce el Fiscal sus funciones?


En un país serio, el Fiscal, quien ha asesorado directa o indirectamente al Banco Agrario en el consorcio Navelena, a Navelena y a la Ruta del Sol, entre otros, como lo han demostrado Justicia Tributaria y Jorge Robledo (ver vídeo), y el Presidente que recibió dinero de una compañía extranjera ya hubieran renunciado. Pero este no es un país serio, y aquí muchos de los funcionarios no entienden de ética y pulcritud.





Después de que se ha destapado este impresionante caso de corrupción, a todos nos debe quedar por lo menos la sombra de la duda sobre el actuar del Fiscal, el Presidente y varios funcionarios más.



@Franzlozano


*Francisc León Lozano Rivera (1988): Nació en Santiago de Cali, Colombia. Es Administrador de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. Trabajó como Director de Talento Humano en la organización Grameen Caldas; fue director de la Fundación Funeducol; laboró como Coordinador de Reclutamiento de Heart for Change; y se desempeñó como Conferencista y Formador de Aprendizaje de Inglés en México. Es escritor por gusto y por convicción. Desarrolla artículos de opinión para Todas Las Sombras y Radio Macondo. Puede contactarle en su cuenta de Twitter: @Franzlozano



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