Por María Gloria Pérez*
No me gusta la
guerra.
En el pabellón
de máxima seguridad de una cárcel colombiana tuve un alumno cuyo alias era
“Masacre”, venía de un pequeño pueblo del nordeste antioqueño, sus padres
barequeaban oro en el río Nechí. A los once años deambulaba por su vereda, la
escuela estaba abandonada, a la última maestra la habían asesinado una
madrugada, camino a la escuela. Los niños se quedaron esperando, nunca vino
nadie a reemplazarla. Cualquier día, uno de tantos en los que no había nada
para comer, lo abordaron unos hombres invitándolo a partir, le ofrecieron ropa
nueva y los “tres golpes”1 diarios. Se fue con ellos. A poco ya lucía un
brazalete de las FARC, tenía once años. A los diecisiete, abandonó aquella
milicia y por su pericia y habilidades militares fue reclutado por un grupo
paramilitar en el que recibía buena paga y mejor trato.
Me pidió entrada a mi taller, advirtiéndome
que nos sabía leer ni escribir, que había estudiado hasta segundo de primaria
pero se le había olvidado todo. En los tres años que estuve con ellos, nunca faltó al
taller. El día que me despedí me dijo “no se vaya profesora, ya vio que no sé
leer ni escribir, pero me gusta mucho oír hablar a las personas, me gustan
mucho las historias”.
Tenía
veinticuatro años y estaba acusado de participar en el homicidio de por lo
menos ciento veintitrés colombianos.
Cada que lo recuerdo me vuelve a doler su despedida y pienso: “cuántas
vidas , incluyendo la de Masacre, se hubieran salvado, cuántas penas y
vergüenzas menos llevaríamos a cuestas si por aquellos corredores, de esa
escuela abandonada, hubieran corrido aquellos pies pequeños , si en ese patio,
de esa escuela abandonada, hubieran aturdido los cantos y los gritos de las
voces niñas, si al pequeño salón, de la escuela abandonada, lo hubiera
entibiado la amorosa voz de una maestra, que repitiera: “la palabra paz es
monosílaba, porque se escribe con tres letras, dos consonantes y una vocal”.
1. En el lenguaje coloquial de algunas regiones de Colombia, la expresión "los tres golpes" representa las tres comidas principales de cada día: Desayuno, almuerzo y comida.
*María Gloria Pérez: Nació
en Anorí (Antioquia), un pequeño pueblo minero que por más de 40 años
ha sufrido todas las batallas de esta guerra. Estudió licenciatura en
Historia y Filosofía en la Universidad de Antioquia. Se desempeñó como
profesora de literatura. Ha publicado en varias revistas y ha sido
ganadora de tres premios nacionales de cuento.
¿Tiene
algo que decir? ¿Una sugerencia para dar? ¿Una opinión contraria a la
expuesta en este texto? Por favor comparta sus opiniones con nosotros en
la sección de comentarios. Le pedimos amablemente que use un lenguaje
apropiado para este tipo de discusiones. Si usted utiliza lenguaje
obsceno, Todas Las Sombras se reserva el derecho de bloquear o eliminar
sus comentarios.
Si quiere saber más sobre Todas Las Sombras, le invitamos a visitar nuestra sección de Contacto y nuestros perfiles en Facebook, Twitter, Youtube, Google+ e Instagram. Gracias por interactuar con nosotros.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario