
Por: David Quiceno
De
gurús está lleno el mundo. Los hay desde los exitosos, en las registradoras de
los supermercados, financiados por Planeta y con el rótulo de Best-Seller;
hasta los patéticos, que abren una consultoría de coaching y cual hippie en los
sesenta van de puerta en puerta impartiendo buena vibra, actitud positiva. Los
tenemos inflados de reputación y dirigiendo doctorados, como Edgar Morín; y en
la biblioteca de las tías, como Paulo Coelho. No se limitan a los cotilleos
espirituales, como Deepak Chopra, o a las reflexiones de administración, como
Robert Kiyosaki....