Por Francisc Lozano*
Barcelona vs PSG. Fuente: bleacherreport.net
Pocas veces puede uno presenciar algo como lo vivido el 8 de marzo del 2017. Pocas veces puede uno ver cómo se escribe una historia inolvidable.
Se enfrentaban el FC Barcelona y el
París Saint-Germain FC, y la serie parecía liquidada a favor del club francés.
A pesar de ello, el Barcelona terminó remontando el marcador inicial de 4-0, y
se puso 6-1. ¡Memorable!
Pero para poder ver el desenlace de este fabuloso encuentro, creo que hubo tres participaciones que fueron determinantes, y son las del Barcelona, el árbitro y el París Saint-Germain.
Pero para poder ver el desenlace de este fabuloso encuentro, creo que hubo tres participaciones que fueron determinantes, y son las del Barcelona, el árbitro y el París Saint-Germain.
El Barcelona jugó un gran
partido, sin dudas. Y no fue un gran partido porque haya hecho algo increíble
en el desarrollo del encuentro, sino porque fue capaz de anotar 6 goles y sólo
conceder uno después de haber perdido por 4 goles a 0 en el partido de ida en
contra del mismo rival al que hoy vapuleó. El club español hizo lo que intenta
hacer desde hace muchos años: dominar el balón, jugar en el campo del rival y mover
el balón rápida e inteligentemente para abrir espacios y anotar tantos goles
como pueda. Entre los desempeños más sobresalientes del equipo hoy están los de
Neymar, Iniesta, Suárez y ter Stegen. Neymar salió de un pozo en el que estuvo
durante el primer tiempo, y logró anotar dos goles magníficos y entregar el
pase para el gol definitivo de Sergi Roberto. Iniesta jugó bien. No estuvo a su
máximo nivel, pero generó jugadas importantes, y una de sus genialidades significó
el segundo gol del Barcelona (autogol de Kurzawa). Iniesta lanzó un taco, y el
defensor del club francés la terminó embocando en su propia portería. Suárez
hizo el primer gol del encuentro, y se tiró dos veces en el área, sí, se tiró,
para que le marcaran un penal inexistente y para que le sacaran una amarilla
por fingir en la otra jugada. Del penal que le pitaron vino el segundo gol de
la noche de Neymar, y el quinto para el Barcelona. Ter Stegen estuvo firme en
un ataque del París en el que Cavani llegó solo frente al portero y éste no le
permitió anotar gracias a su buen achique. También se posicionó bien en la
jugada que pudo haber terminado la historia en Cataluña a favor de los
franceses, pero que Di María desperdició de manera increíble. Así es la vida,
un día eres héroe y al otro villano, y viceversa. Y eso lo sabe bien Sergi
Roberto que hoy será considerado un superhombre.
El árbitro también se jugó un partido
inolvidable: no pitó un penal a favor del PSG en el primer tiempo cuando
Busquets agarró descaradamente a Matuidi en el área del club catalán; no pitó
un penal en el segundo tiempo cuando Mascherano se tiró al piso en el área
chica en un ataque del París y sacó la pelota al tiro de esquina con la mano;
le regaló un penal al Barcelona a escasos minutos para el final del partido
cuando Suárez se lanzó al piso después de que un jugador parisino lo tocó en el
cuello; y dejó de expulsar a Piqué en el primer tiempo cuando debió recibir su
segunda amarilla por una fuerte falta que le cometió a Cavani. Su actuación fue
trascendental para lo que hemos visto hoy.
No nos olvidemos del París, y por
el París me refiero a todos sus miembros, incluido el técnico y sus ayudantes:
hace tres semanas todo el mundo hablaba del PSG. Había jugado un partido
impecable e inolvidable desde el punto de vista estratégico, táctico, físico,
futbolístico y psicológico. Ese día apabulló al Barcelona y le propinó una
goleada que a varios nos puso a pensar en el partido que el Bayern Múnich le
había ganado en Alemania al mismo club español, y que culminó de manera
maravillosa con una victoria 3-0 en España. Hoy, como antítesis de ese partido,
el PSG jugó un encuentro para el olvido: Sus defensores estuvieron tibios, sus
mediocampistas estuvieron desaparecidos, su portero fue un jugador de cera, sus
delanteros fallaron dos oportunidades para liquidar el encuentro, y su técnico
se olvidó por completo de la estrategia, la táctica y hasta la motivación. Así como en su partido anterior contra el
Barcelona, el París Saint-Germain había sido el culpable de todo el desarrollo
del partido porque había adormecido al rival, hoy fue en gran parte responsable
de lo ocurrido en el campo de juego. Jugó a entregarle toda la responsabilidad al
Barcelona. Desde los primeros minutos se metió en su propio campo, y sólo amagó
con salir a contraatacar en pocas ocasiones. Yo entiendo que la psicología pesa
mucho, y que haber ganado 4-0 influye mucho en el planteamiento del segundo
juego, pero el PSG jugó a perder. Y jugó a perder porque se sabe inferior al
Barcelona, porque no tiene historia, porque es un club armado con plata y no
con lucha y ambición.
@Franzlozano
*Francisc León Lozano Rivera (1988): Nació en Santiago de Cali, Colombia. Es Administrador de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. Trabajó como Director de Talento Humano en la organización Grameen Caldas; fue director de la Fundación Funeducol; laboró como Coordinador de Reclutamiento de Heart for Change; y se desempeñó como Conferencista y Formador de Aprendizaje de Inglés en México. Es escritor por gusto y por convicción. Desarrolla artículos de opinión para Todas Las Sombras y Radio Macondo. Puede contactarle en su cuenta de Twitter: @Franzlozano
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